La continuidad del aislamiento obligatorio y de nuestro trabajo a distancia hace que volvamos a plantear los principios que nos permiten el trabajo gremial:
1.
El sostenimiento de las clases a distancia que significó repensar y rehacer nuestras propuestas pedagógicas es una respuesta específica a un contexto extraordinario. No debemos pensar el trabajo docente a distancia o en teletrabajo, como se lo quiere llamar de manera impropia, como si hubieran venido para quedarse. Esta respuesta específica no es ni puede considerarse una nueva etapa de la situación universitaria y preuniversitaria. Nuestro Convenio Colectivo de Trabajo es en este sentido la herramienta fundamental que tenemos que afianzar en la defensa de nuestros derechos a condiciones de trabajo dignas y beneficiosas para nuestras vidas.
2.
El trabajo a distancia desde nuestras casas ya está arrojando las primeras cuestiones que tenemos que considerar: la propuesta pedagógica que desarrollamos en los entornos virtuales que la UNL dispuso tiene que estar ajustada a las condiciones materiales que están dadas básicamente por nuestros cargos y dedicaciones.
El trabajo domiciliario implicó aumentar el tiempo dedicado a la preparación de clases y a la adaptación de recursos pedagógicos, disponer de nuestros recursos propios (artefactos tecnológicos, disposición del espacio privado, entre otros) y sobrecarga de trabajo para muchxs.
En este sentido, es importante que podamos recuperar las condiciones de trabajo que son propias de la presencialidad: la organización de nuestra dedicación al trabajo debe cotejarse con esas condiciones. Volvemos a decir, el debate sobre el teletrabajo no es aplicable a nuestra situación porque no estamos aceptando esta nueva forma de trabajo, sino que estamos dando una respuesta transitoria a un contexto extraordinario y como tal tenemos que pensarla. Las viejas luchas por el reconocimiento de todo el trabajo docente invisibilizado – las horas de preparación de las clases, las horas de corrección, las horas de diseño de materiales pedagógicos, las horas de autoformación, las horas de formación – deben orientarnos a conseguir un equilibrio ocupacional en nuestra vida cotidiana, que supone la dedicación al trabajo en un tiempo limitado, el disfrute del ocio y el descanso. Hemos celebrado el 1 de mayo recientemente; una de las consignas claras de esa festividad política era la disminución del tiempo de trabajo en pos de una vida digna que tradicionalmente era vinculaba con la vida familiar y la recreación y que hoy la entendemos de manera más amplia como un proyecto de autorrealización. Ese sigue siendo nuestro horizonte: debemos pues armar propuestas pedagógicas que sean compatibles con nuestro cargo y dedicación, con las horas de clase, etcétera y que sea compatible con ese proyecto.
3.
Esta respuesta al contexto extraordinario no puede opacar que debemos preservar el derecho a las licencias que necesitemos por razones de salud, por atención de enfermos en el grupo familiar o por las condiciones propias que el aislamiento obligatorio nos impone y que fueron reconocidas en la normativa estatal y universitaria. Es importante que tengamos en claro este punto: la situación del trabajo a distancia en este contexto extraordinario no implica la suspensión de nuestros derechos a las licencias y a tener los reemplazos correspondientes. Las vías de comunicación para asesorar a lxs compañerxs en este aspecto son las que hemos comunicado y que recordamos: enviar un mail a adul@adul.org.ar y dejar los datos telefónicos para que podamos contactarnos y, en caso de que sea necesario, hacer las consultas con nuestros abogados.
4.
Nuestra Obra Social ocupa un lugar destacado en esta situación. Sin lugar a dudas contar allí con nuestra representante, María Silvia Guala, nos permite no sólo gestionar y resolver problemas específicos sino también tener una perspectiva de cómo es el manejo de la misma y de sus principales políticas. En estos días, cesó el mandato del actual presidente –Ingeniero Químico Gustavo Mondejar– y habrá que elegir un nuevo presidente. Nuestra posición es clara: la Obra Social no puede estar conducida por la patronal. Somos nosotrxs quienes debemos conducirla. En condiciones de minoría plena en el Consejo Directivo es difícil que ahora lo logremos, pero ese tiene que ser nuestro horizonte.
5.
El día 15 de mayo lxs docentes universitarixs festejaremos nuestro día. Ese día es no laborable para lxs docentes universitarixs. No lo dejemos pasar; algunxs compañerxs han hecho actividades docentes incluso el 1 de mayo y más allá del contexto extraordinario, eso no tendría que suceder. Tenemos que apostar por fortalecer nuestro día, esta será una nueva oportunidad para que construyamos una consciencia fuerte de que nuestrxs derechos se conquistan colectivamente. Preparemos el festejo de nuestro día.
La consigna es siempre la misma: defendamos nuestrxs derechos colectivamente.