10/08/2017 | Noticia

ADUL rechaza la injerencia del Banco Mundial en las políticas universitarias

Mariana Carminatti (Secretaria General) / Oscar Vallejos (Secretario Adjunto)

La reinstalación de la posición del Banco Mundial como un elemento clave del diseño de políticas universitarias es una estrategia central del proyecto de restauración neoconservadora. Hoy se anuncia que María Marta Ferreyra quien lideró el grupo de tareas (task team leader) que elaboró el informe At a Crossroads: Higher Education in Latin America and the Caribbean, que el propio Banco Mundial traduce como Momento decisivo: La educación superior en América Latina y el Caribe, expondrá este informe en la Feria Internacional de la Educación Superior que se realizará en la Universidad Nacional de Cuyo. Por estos días, además, se espera que ella presente el Informe en el Palacio Sarmiento, Sede del Ministerio de Educación y la Secretaría de Políticas Universitarias.

Una lectura rápida muestra que el Informe destinado a orientar las políticas universitarias ataca las bases de la tradición universitaria argentina y latinoamericana: la autonomía, la gratuidad y la igualdad.
El informe plantea:

«Un buen sistema de educación superior ofrece calidad, diversidad y equidad para maximizar el potencial de los estudiantes dadas sus habilidades innatas, motivaciones, intereses y preparación académica al finalizar la educación secundaria.» (A good higher education system offers quality, variety, and equity to maximize students’ potential given their innate ability, interests, motivation, and academic readiness at the end of high school.) (p. 1.)

La instalación del concepto «habilidad innata» como centro de la discusión política marca el sentido reaccionario del Informe. La definición de la Universidad como una «institución maximizadora» reafirma el sentido clásico del proyecto de desigualdad de origen que no puede ser reparado por ninguna acción política; coloca en el núcleo del proyecto político al individualismo competitivo.
Además establece como eje central para el «hacedor de política» (the policy maker):

«muchos estudiantes realizan un análisis costo­beneficio cuando deciden si embarcarse en la educación superior y qué opción elegir. Si van a la universidad, deberán afrontar los costos de matrícula y otros gastos como los relativos a los libros y el transporte, y recibirán un salario de graduado universitario una vez se gradúen. Si no van a la universidad, probablemente recibirán un salario de graduado de secundaria. La manera más obvia (si bien no la única) de influenciar las decisiones de los estudiantes es, probablemente, diseñar sistemas de financiamiento eficientes, responsables y equitativos.» (p. 3)

Y sobre la autonomía planteado directamente en el apartado «ineficiencias institucionales» sostiene lo siguiente:

«la región tiene una fuerte tradición de autonomía universitaria respecto al hacedor de política y al gobierno en general, un rasgo que hace difícil que las universidades rindan cuentas del financiamiento público que reciben. Además, muy poco del financiamiento se asigna de modo competitivo a las IES (sean públicas o privadas) en función de su producción investigativa, lo cual podría explicar por qué las universidades de la región no producen más graduados en Ciencias. Asimismo, los estudiantes de las IES públicas que reciben cuantiosas subvenciones no rinden cuentas de sus resultados; en algunos países, no hay requisitos de admisión para los estudiantes y no se les impone un límite en el TTG [time­to­degree (TTD)].» (p.23-24)

En el apartado de políticas se ataca la idea de gratuidad y de acceso irrestricto que tanto nos costó conseguir para la Universidad Pública argentina:

«A los estudiantes que reciben financiamiento público, deben dárseles incentivos para graduarse, y para hacerlo a tiempo. Es posible que la gratuidad universal (especialmente cuando se combina con la admisión sin restricciones) no logre este objetivo, pero las subvenciones de matrícula basadas en el desempeño podrían conseguirlo.» (Students who receive public funding must be given incentives to graduate- and to do it on time. Universal free tuition (especially when coupled with unrestricted admission) may not accomplish this goal, but performance­based tuition subsidies may.) (p.33)

Como plantea un texto fundamental del pensamiento latinoamericano en Ciencia, Tecnología y Sociedad (Las nuevas tecnologías y el futuro de América Latina: riesgo y oportunidad) dirigido por Amilcar Herrera y que reúne a los principales intelectuales de la región, necesitamos construir una sociedad igualitaria en el acceso a bienes y servicios y autónoma; esto es: que tenga la capacidad de tomar decisiones basadas en sus propias aspiraciones y posibilidades. Por eso rechazamos la injerencia del Banco Mundial en las políticas universitarias, en las políticas educativas y en las políticas económicas. La dependencia generada vía el endeudamiento externo no solamente limita, si no que directamente liquida las posibilidades de construir igualdad y autonomía para nuestro país.

La Universidad se constituye en el juego de las razones, por eso no es el debate de ideas lo que rechazamos porque ello sería dar por muerta la Universidad. Lo que rechazamos es que el Gobierno Nacional, los funcionarios del Ministerio de Educación, de la Secretaría de Políticas Universitarias y algunos Rectores vuelvan a ser, como en la década de los noventa, quienes garanticen la sumisión política de nuestro país al capital financiero internacional.

Faltan pocos meses para que se cumplan los cien años de la Reforma del 18, no queremos rituales vacuos que despoliticen la gesta histórica del movimiento estudiantil y de sus maestros. Hay que estar dispuestos a defender y a profundizar la tradición universitaria que este informe del Banco Mundial ataca, a ello nos comprometemos.

Santa Fe, 8 de agosto de 2017.