15/04/2016 | Noticia

Carta a las y los estudiantes

Carta a las y los estudiantes

Estamos de paro para hacer saber que las condiciones actuales del salario docente comprometen el sentido mismo de la universidad pública: la situación nos compromete como sujetos universitarios. El tiempo es ahora.

No es un paro contra el Gobierno y menos aún contra el estudiantado. No es un paro contra; es un paro a favor de la posibilidad de la universidad pública.

La Universidad es puesta en cuestión toda vez que un orden social decide sus condiciones de reproducción. Recordemos los conflictos acerca del futuro del país – que reverberaban transformaciones que ocurrian a escala mundial – organizados en torno del desarrollismo; Oscar Varsavsky, uno de los grandes intelectuales de la universidad pública, planteó en ese contexto una crítica al núcleo de la idea de universidad que el desarrollismo estaba construyendo. Es decir, como mostró Althusser, el futuro de una estructura social depende de lo que pueda expresarse COMO lo que hace falta, lo que cabe esperar y lo que resulta imposible – tanto bajo condiciones específicas como en absoluto -. Lo que se percibe como utopía es un efecto de esa dinámica.

Hacemos un llamamiento al estudiantado y a la comunidad educativa toda para que sienten posición pública indicando que con docentes con salarios depreciados y con condiciones de trabajo precarias no hay universidad posible

La Universidad, a pesar de las diferentes formas organizacionales que fue tomando en su larga historia, es la institución que procesa esos términos ya sea expresando un mundo aplanado/plano donde los conflictos son presentados en un sendero de resolución que no amenaza el orden social vigente ya sea reconociendo, dándole visibilidad y potencia, lo que cabe entender como novedad radical, como promesa de un mundo otro.

La universidad nos constituye en sujetos a quienes les cabe esa responsabilidad. La experiencia universitaria articuló siempre un plano político y un plano teórico. La tradición universitaria argentina, la tradición de la universidad pública democrática, dio además encarnadura a la política universitaria en tanto concibe que la autonomía incluye una esfera política interna en el sentido de producir un espacio de realización del propio dominio universitario: una forma de vida autocontenida. Más allá de los cortes históricos de esta tradición, las grandes figuras de la universidad del Litoral como Josué Gollán o Cortés Pla muestran que la universidad ofrece un espacio de realización propia, específica, que no necesita ser completada en otra parte.

La emergencia de la actividad sindical universitaria fundó una dimensión más de la política universitaria: instituyó el problema de las condiciones de posibilidad del trabajo académico y produjo una deliberación sostenida y una politeia en su derredor. También revisó el lazo político con la sociedad al fijar posición sobre las condiciones materiales que fundan una cierta expectativa sobre la existencia misma de la universidad.

Nuevamente, esto es lo que está puesto en cuestión hoy. La cuestión salarial no es una coyuntura sino un componente sustantivo de lo que puede la universidad pública para nuestra sociedad. No es una mera cuestión de porcentajes; es lo que posibilita una profesión académica que produce y revisa las bases intelectuales de la sociedad y funda las profesiones particulares.

Esta es la situación que nos compromete como sujetos universitarios; estamos de paro para hacer saber que las condiciones actuales del salario docente comprometen el sentido mismo de la universidad pública. No es un paro contra el Gobierno y menos aún contra el estudiantado. No es un paro contra; es un paro a favor de la posibilidad de la universidad pública.  Por eso hacemos un llamamiento al estudiantado y a la comunidad educativa toda a que sienten posición pública indicando que con docentes con salarios depreciados y con condiciones de trabajo precarias no hay universidad posible.

Docentes y estudiantes construimos lo que la universidad pública puede. Este paro y toda reivindicación estudiantil y docente instalada para hacer una universidad pública articulada con nuestro país nos reúne, nos alía. El tiempo es ahora.

14 de abril de 2016.

Oscar R. Vallejos
Secretario Adjunto de ADUL

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