Arrancamos la incorporación de la garantía con la lucha. No era todo lo que pedíamos – queríamos que a la garantía se le aplique el % del mes – pero aún así es una mejora salarial importante para los cargos que menos cobran y, además, es retroactivo a abril de 2024.
Así como arrancamos 6,8 % frente al 1 % que nos querían imponer, recuperamos la garantía salarial.
La garantía salarial, por decisión de este Gobierno Nacional, no se actualizaba desde diciembre de 2023. Es decir, esta herramienta de mejora salarial de los sueldos más bajos fue desactivada por el Gobierno y lo hizo por dos vías; la liquidación de la paritaria nacional docente y, una vez que la Secretaría de Educación fijara por decreto unilateralmente ese salario docente mínimo, no lo trasladó a la Universidad hasta este mes. Eso trajo aparejado que los cargos que la cobraban no tuvieran ningún incremento salarial desde diciembre 2023 hasta abril 2024 y a partir de allí, los salarios más bajos superaron la referencia de diciembre de 2023 por los incrementos que fuimos consiguiendo mes a mes.
El Gobierno sistemáticamente dijo: sabemos que el problema está pero plata no hay. Sostuvo esa tesitura en la reunión técnica del 30 de septiembre en la que todas las organizaciones sindicales volvimos a reclamarla. Ante la inminencia de que se ratificara la Ley de Financiamiento Universitario que defendimos masivamente en la calle, el Gobierno Nacional anunció que pagaría la garantía salarial.
¿Por qué la garantía salarial?
La escala salarial de la docencia de las universidades nacionales se basa en un cargo testigo que es el de ayudante de cátedra; sobre ese salario se calculan los demás. Como establece el artículo 34 de nuestro Convenio Colectivo de Trabajo, las relaciones entre los salarios es la siguiente:
Profesor Titular 1,8
Profesor Asociado 1,6
Profesor Adjunto 1,4
Jefe de Trabajos Prácticos 1,2
Ayudante 1,0
Sobre esa base, el salario de ayudante se convierte en la referencia. La realidad es que ese salario es más bajo, bastante más bajo, que el salario docente mínimo que se establece en el marco de la paritaria nacional docente. La lucha de CONADUH en la paritaria fue que ese salario docente mínimo se estableciera como garantía salarial a la que se llega a partir de la incorporación de una suma remunerativa y no bonificable a los salarios de los cargos que no alcanzan ese haber mínimo. Como esa suma entra a descuento, hubo que incrementarla en un 20 % para que practicados los descuentos de ley (jubilación, obra social) el salario de bolsillo alcance el salario docente mínimo.
¿Por qué se configura una garantía?
Se aumenta el salario de los cargos que menos ganan pero no tiene impacto en los salarios que más ganan. Para decirlo de manera categórica: el salario de referencia acordado en nuestra paritaria, el básico del ayudante, que se discute en nuestra paritaria es a los fines de calcular los demás salarios. Como ese salario es tan bajo, nadie lo cobra de hecho porque entra a jugar la garantía salarial cuyo efecto es incrementar los salarios más bajos pero achatando el nomenclador salarial fijado en el citado art. 34 del ccc. Para revertir esta situación, la garantía salarial debería convertirse en el salario inicial desde el cual partir para que impacte en el resto del nomenclador. Ese es un objetivo que debemos proponernos para saltar la trampa que supone la garantía salarial.
Valoremos nuestra lucha y valoremos nuestra capacidad de concitar el apoyo transversal a la misma. Encaremos esta nueva etapa del conflicto con la convicción de que la unidad y la creatividad van a permitirnos seguir confrontando con el Gobierno Nacional en todos los frentes.
Defendamos los derechos logrados luchando colectivamente. El tiempo de la lucha es ahora, convoquemos a que nadie quede sin sumarse.
Queremos una universidad pública de calidad y eso sólo es posible con salarios dignos.
CONADU Histórica – CTA Autónoma