La inundación de Santa Fe fue una catástrofe evitable. La irrupción violenta del Salado que cubrió un tercio de la geografía de la ciudad tiene múltiples causas y consecuencias ambientales, sociales, políticas e identitarias. La peor inundación que sufrió la ciudad fue un crimen hídrico que sigue impune.
Hoy volvemos a decir, como en aquellos días, que la inundación de Santa Fe no es solo un problema de lxs afectadxs, es una interpelación a la ciudadanía en su conjunto porque no debemos olvidar que la impunidad es un ataque directo a los derechos sociales y culturales de una comunidad.
Nuestras aulas son un lugar privilegiado para trabajar las memorias de la inundación. Las niñeces y juventudes con las que dialogamos ya están lejos del 2003 pero no lejos de estar sensibilizados con los daños ambientales y sus causales socio-político-económicas que, lamentablemente, no dejan de ocurrir.
Las preguntas e inquietudes del presente encontrarán en la rememoración de aquel 29 de abril y todas sus implicancias una posibilidad de comprensión de todas las variables que se ponen en juego cuando se produce una catástrofe socio- ambiental.
En el marco de este aniversario, informamos que este 29 de abril se concentra a las 17. 30 hs en plaza de Soldado para marchar hasta Plaza de Mayo.