El Plenario de Secretarías Generales que sesionó el 23 de diciembre a partir de las 14 horas mandató a nuestrxs paritarixs nacionales para que rechazaran la propuesta salarial realizada por la Secretaría de Políticas Universitarias.
Esa propuesta realizada de manera telefónica al Secretario General de la Federación, Luis Tiscornia, extiende la recomposición salarial que necesitamos ahora a marzo/2021. Esa pauta salarial es insuficiente para no perder poder adquisitivo respecto de la inflación que es nuestra exigencia básica y, por si ello fuera poco, otorga un bono de 1000 pesos a las dedicaciones simples.
Las restantes organizaciones gremiales que participan de la paritaria de nuestro sector aceptaron esa propuesta y pretenden instalar el discurso falaz de que nuestro salario quedó por encima de la inflación. Nada más alejado de la realidad; mediante la operación de hacer pasar el porcentaje de la cláusula gatillo que nos adeudaban de la paritaria del 2019, incluyen el 16 % cobrado de marzo a junio como si fuera parte de la pauta salarial 2020. Lo cierto es que hemos obtenido en todo el 2020 el 7 % y más un 2 % (que componía ese 16 %) y ahora un bono sin proporcionalidad respecto de los salarios y segmentado por dedicaciones. Recién en enero 2021 tendremos otro 2 % y en febrero 2021 otro 4 %. Además, es un riesgo aceptar que el 4 % restante quede para marzo porque puede ser considerado parte de la pauta salarial 2021 dado que nuestra paritaria va de marzo a febrero del año siguiente.
La docencia universitaria y preuniversitaria sabe que la inflación será de marzo 2020 a febrero 2021 muy superior al 17 % pero ese discurso que las demás federaciones hacen circular para enmascarar que firmaron un acuerdo salarial a la baja hace más difícil explicar a nuestrxs estudiantes y a sus familias por qué rechazamos el acuerdo y por qué seguimos luchando para defender nuestros salarios.
La UNL, nuestra patronal local, tampoco hizo el reconocimiento de gastos que exigimos por trabajo en virtualidad. Llegamos a fin de año habiendo sostenido desde nuestras casas, con nuestros equipos y nuestra conectividad la UNL abierta en ASPO y no tuvimos el debido reconocimiento. Tampoco se aumentaron las becas de las dedicaciones exclusivas A en tiempos en que el sobretrabajo fue la regla.
Es claro que nuestro esfuerzo por sostener la universidad pública no contó con la contraparte de nuestras patronales.
El día lunes 28 tendremos la última reunión paritaria local del año. Allí volveremos a insistir en nuestro pliego de reclamos. La UNL debe estar a la altura de las circunstancias.
24/12/2020 | Noticia