En el Plenario de Secretarías Generales, la CONADU Histórica resolvió realizar 72hs de paro a partir del próximo lunes 12 de agosto. En el primer cuatrimestre logramos sostener las universidades abiertas, cuando el gobierno buscaba cerrarlas, asfixiarlas presupuestariamente para que no puedan sostener al estudiantado en las aulas. Pudimos revertir esa política del gobierno, fundamentalmente a partir de estrategias que motorizó el Frente Sindical de Universidades Nacionales y que articuló con la FUA y el CIN. Esa primera acción culminó en la Gran Marcha del 23 de abril, que permitió que hubiera una demostración pública, ciudadana, de apoyo a la Universidad.
Ahora, el gobierno avanzará más en la asfixia salarial. Eso daña de manera fundamental a la Universidad Pública: significa, no solo el deterioro de las condiciones de quienes trabajamos en la Universidad, sino también la fractura de las carreras académicas y de los grupos de investigación. Las políticas de bajos salarios tienden a desmantelar a la universidad de una manera fundamental. Buscan cortar los procesos de reproducción de la masa crítica y de los recursos mejor formados. La industria argentina no tiene la capacidad de absorber los cuadros académicos, la Universidad tampoco, en tanto no les ofrece respuesta en materia salarial, y el sistema público de Ciencia y Tecnología está siendo desmantelando por el gobierno. Cuando la juventud no puede mantenerse, pagar los alquileres y organizar su vida familiar e independiente en función del salario que cobra, comienza entonces una migración desde el trabajo académico hacia otros trabajos informales y alejados de la investigación y la docencia.
Además, tendremos que articular más y mejor con el mundo estudiantil porque allí también hay problemas graves. Este segundo cuatrimestre será aún más complejo porque los alquileres están por las nubes, las becas no alcanzan, las becas de comedor de la UNL son muy bajas, el boleto estudiantil es insuficiente y se necesitan más pasajes. El problema es serio. Rápidamente, tenemos que salir a defender la universidad y el salario docente.
Un país que no apuesta al conocimiento y a la formación de alto nivel está rifando su futuro.
Defendamos la Universidad Pública para defender el futuro de nuestro país.